sábado, marzo 10, 2012

Sobre el Llano

"Son las cinco y media de la tarde. El sol, agonizante y rojizo desaparece lentamente en la quietud del horizonte, y por el camino polvoriento un hombre a pie con el rostro sudoroso y el andar cansado. Atrás, el camino andado. Por delante, el paisaje casi desierto. Sabanas, cielo, vacas y garzas. Es el llanero mismo con su estampa recia, hundiendo su huella sobre la tierra brava" - Dámaso Delgado.



Comienzo con este fragmento inspirador, característico del folclor llanero. Pintorescos escenarios que relatan una aventura cotidiana. Relatos que juegan entre la poesía y la prosa. Tintes sobrenaturales que se entrelazan con la vida en una tierra que es muy poco habitada. 
Es así como se idolatra desde el papel a la raza que realiza a diario arduas faenas; entregada al campo, a su música; que tiene en su mente un universo de palabras a su disposición, que salen a través de su voz en forma de versos que le cantan a sus mujeres, a la naturaleza, a las ancestrales tradiciones, a su caballo.
Tierra de ensueño que por siglos ha albergado historias, misterios, y que brinda su gratitud al llanero a diario, deleitándole con atardeceres únicos. Tierra que lucha contra el tiempo para lograr sobrevivir tal y como es. Cuya esencia no quiere perder por gente extraña que ve en ella un infinito potencial. Esta tierra virgen que cae en manos ajenas ve partir o cambiar de oficio a aquellos que mantenían viva su cultura.

Aquellos son todos síntomas del progreso, que ha dejado en el pasado a muchas tradiciones, y que, ante la mirada de nostalgia del llanero, actúa también sobre las suyas. Pronto, las canciones cambiarán por completo sus temáticas y se innovarán sus melodías, el hato tradicional junto con sus tareas desaparecerá. Pero aún conservamos la esperanza de que las raíces que forjaron nuestra cultura, y que dejaron en nuestro ser las bondades de nuestra raza, se conserven intactas.

lunes, octubre 24, 2011

Tiempo de despertar

Eran las siete de la mañana, y aunque unas pocas horas antes había amanecido el día con buen clima, Juan no lo sabía. El trino de los pájaros formaba una dulce sinfonía a su alrededor y el ruido de aquella cañada cercana hacía las veces de percusión.

La brisa matutina había llegado a buscarlo y soplaba fuertemente llamándolo a sus labores del día, y es que extrañaba no haberlo sentido en la madrugada preparándose para la jornada y silbando alegremente como siempre.

En lo alto de una torre estaba Juan dándose cuenta de la interferencia que amenazaba con sacarlo del mundo, y que le hacía más difícil mantenerse con vida. Hasta cierto punto no le interesaba recordar cómo había llegado allí; y como siempre, estaba acompañado de esa silueta, que en cada una de las ocasiones lo seguía, aparecía con él en cada uno de esos extraños lugares que luego con perfecta armonía se mezclaban con sus recuerdos.

Algunas veces había podido escuchar su voz, que tan familiar como tan extraña lo confundía. Usualmente era ella la que lo hacía perder la conexión y lo llevaba a ese estado que le permitía pensar desde un punto de vista ajeno lo ocurrido en sus inesperadas aventuras, y a menudo olvidarlas luego de un rato.

Desde la terraza de la torre y con esfuerzo se alcanzaba a escuchar una melodía interpretada majestuosamente, acentuando las notas a fortísimo cuando caían los rayos de la tormenta que se acercaba. Con cada trueno la melodía fue escuchándose más y más cerca hasta que se asentó dentro del cuerpo de Juan, quien fuese a donde fuese no dejaba de sentirla.

Pasaron varios días y, desesperado por la incesante música que se repetía una y otra vez decidió subir nuevamente a aquella torre y acabar con su vida lanzándose al suelo, ya que carecía de sentido vivir con la condena de no poder sentir la variedad de sonidos a la que estaba acostumbrado, y es que, qué es la vida sin su infinita diversidad.

De repente, y con una horrible sensación de vacío, Juan se despertó de golpe y se dio cuenta que eran las siete y 5 de la mañana, que ya su hermana había comenzado la clase diaria de guitarra que dictaba el profesor que iba a su casa y que seguramente llegaría tarde al trabajo.

viernes, agosto 19, 2011

Un poco sobre el mejor

Para virtuosos, este señor. Aquí dejo una muestra de lo que hace el famoso músico Venezolano, Llanero; Don Cheo Hurtado, mejor cuatrista del mundo.

       

jueves, agosto 18, 2011

Primera Entrada

Voy a utilizar esta, mi primera entrada en todo el Blog, para comentar algunos de los motivos que me han llevado ha crearlo. Muchas de las personas que mantienen un blog lo hacen ya que a través de él pueden expresar lo que piensan, lo que sienten, o bien lo que les apasiona. Yo soy una de ellas, y por medio de este pequeño roto del internet -del que me apropié- (por el cual se pueden compartir abiertamente muchísimos contenidos a un infinito número de personas), espero publicar -al menos cada mes- fotos, vídeos, noticias, música; pero sobre todo, lo que pienso acerca de las cosas.

           

Tal como las bitácoras de viaje son usadas para anotar el desarrollo un viaje, los blogs son utilizados para anotar en ellos el desarrollo, de la vida de sus dueños, por ejemplo. Para mí, son una ventana que proporciona un momentáneo escape de la rutina diaria, que permite relajar la mente con el horizonte de temas que más disfruta. 
De entre la infinidad de cosas que la gente publica en sus blogs creo poder hacer un análisis, y es que en conjunto, el conglomerado de publicaciones denota la esencia de la persona, ya que cada blog esta cubierto por una pátina única y personal que es nuestra -única y personal- manera de percibir el mundo. Y así lo dejo.